El Mosto

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Otra más de las curiosas tradiciones sanluqueñas – esta ciudad nos tiene prendados- es la del mosto, esto es, recorrer los locales en los que se sirven los primeros mostos -vinos jóvenes del año que posteriormente se utilizarán como sobretablas en las distintas bodegas de manzanilla- y que se disfrutan en Sanlúcar entre los meses de noviembre y enero generalmente acompañados de tradicionales guisos populares que dificilmente son disfrutables fuera de las casas particulares.

Tanto auge ha tomado esta costumbre que el ayuntamiento ha decidido promover como recurso enoturistico la ruta del mosto, en la que paricipan diversos locales sirviendo estos mostos acompañados de una tapa a precios más que comedidos, e incluso ofertan la posibilidad de visitar algún lagar.

Nosotros, en nuestro afán investigador, decidimos no recorrernos uno tras otro todos los bares como habrían hecho, que sé yo, los amigos de ligasalsas por ejemplo, sino que nos dirigimos al Rincón del Abuelo Enrique uno de los locales que se habilitan solamente para esta temporada y nos hicimos lo suficientemente fuertes como para disfrutar de una impresionante panoplia de platos y guisos autóctonos en un ambiente absolutamente convivial, que dirían los cursis de slow food, aunque hemos de reconoce que en este caso la definición le va que ni pintada.

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Por la mesa fueron desfilando pequeñas patatas de navazos, perfectamente redondas al crecer sobre la arena de la playa, tan sabrosas que apenas necesitan una pizca de sal para realzar su sabor. Ese delicado y vegetariano cocido andaluz al que llaman berza, más contundentes y sabrosos los garbanzos con menudos (callos) y las estupendas chacinas. Todo ello acompañado por supuesto de innumerables jarras de mosto que mantenía curiosamente un perfil muy parecido a la solera actual de La Guita.

Convivial food

Toda una experiencia altamente disfrutable y exclusivamente estacional.

Nopisto.

PD: Este post está dedicado a Sarita, el nuevo miembro de la familia Pisto.

11 Comments

  1. Esa berza, con sus garbanzos, con sus judías verdes, con su chorizo, con su calabaza, con su berza. ¿Con su berza? No, ni rastro de ella, pero eso sí, muy grande el potaje.

    Gracias Nopisto por sacarme guapo en la foto. ;-P

    Un abrazo para Pisto, para Pista y la pequeña Sara.

  2. Sefalopodo

    Si, lo del mosto es común en el Marco. En Jerez, en la carretera que conduce a Trebujena (buenas angulas en Trebujena) también se sirve bien entrado el otoño mosto a tutiplen, y (casi) siempre acompañado de un plato de ajo caliente o de una suculenta berza, aunque es cierto que la berza a quedado para el nombre en muchos casos.
    Hablando de Sanlucar, tube ocasión de ir (por fin) a la Taberna del Guerrita hace unos días. Gracias mil por la recomendación. Qué lugar, qué vinos (el palo cortado es insuperable), qué menudo de chocos…. Antes de que acabe el año vuelvo por allí.
    Saludos cordiales.

  3. Álvaro Girón

    En el día de autos faltó alguna cosa de la dieta «mosteña»: los rábanos, el ajo, o en su versión roteña, el «arranque», o incluso las galeras. De todas formas es algo que se puede subsanar, porque por ahí cerca -en el inefable Los Aparceros, calle Pozo Amarguillo- te ponen la tapa de ajo gratis si te dejas caer convenientemente alrededor de las 13 horas. Necesaria la traducción simultánea, obviamente…

  4. JAC

    Pisto,

    Impresionante el roast beef. Pieza de lomo de vaca de trabajo, bien entreverada y 3 horas a 90 grados para pasar de 14 a 57 grados en su interior.

    Pasado ese tiempo, horno apagado y unos 80 minutos con la temperatura interior fluctuando hasta los 59 grados.

    Resultado final: punto rosado, sin una gota de jugo derramado y exito de crítica y público.

    Olvidaba la marinada; vino blanco, chile seco, tomillo, romero, soja, pimientas y chorrito de Aove.

    El cojo-termómetro sonda que compré, fundamental para garantizar el éxito.

    Feliz Navidad a todos.

  5. jotalam

    El mosto le da el buen sabor a las papas cocidas y las papas le dan el toque al mosto. Es una combinacion unica y genial. En cuanto a las galeras hasta hace dos dias ,por el temporal, los barcos no pudieron salir a la mar y algunas cajas entraron por la lonja ,pero se las quitaron de las manos. Estaban riquisimas y llenas de coral . Todo un privililegio poder comerlas calentitas, recien cocidas o a la plancha acompañada de un vasito de manzanilla o de mosto.
    Una curiosidad: solo se pescan galeras en los meses que tienen una R en su nombre, si el tiempo lo permite claro.
    Saludos y gracias por visitar mi ciudad.

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