Tribulaciones por Burdeos… (7)

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Hace ya bastante tiempo que no continua la saga de los tres españoles por Burdeos, pero no crean que nos hemos olvidado. El último episodio nos había dejado en Le Lion d’Or después de visitar Chateau Leoville-Barton. Sigamos…

En pleno proceso de fermentación pre-aerofágica y, tras abandonar Le Lion d’Or, cogemos el coche y, en vez de ir a dar una siesta, nos vamos para Chateau Margaux. No hay como tener prisa para no encontrar tu destino (en este caso, las viñas de Chateau Margaux) . Menuda choza, cagonfrós. Y además, parece que viven allí. Como para vivir en otra parte. Nos recibe una muchacha rubia y con estilo que nos muestra un Chateau tradicional pero al mismo tiempo limpísimo.

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Tienen su propia tonelería, muy pintoresca, y una sala de catas que parece un pasillo del Palacio de Versalles, con los ventanales dando una luz magnífica. Ahí fue donde descubrimos que existe un mito…. El Mito Chateau – Margaux. Nos sirvió dos vinos del 2001, un segundo vino llamado Pavillon Rouge que yo pensé era el Grand Vin de bueno y profundo que estaba. Cuando llegué al Grand Vin descubrí que éste es al vino lo que Gardel es al tango. Precisión, claridad, pasión.

Sinceramente, el vino se encuentra un poco por encima de Latour 2002, aunque lo podríamos dejar en un honroso empate técnico. Fuimos incapaces de tragar aquella maravilla. Sinceramente fantástico. ¡Si nos hubieran visto agacharnos en la escupidera tratando de dejar escapar lo menos posible y al mismo tiempo no parecer unos paletos traga-vinos!

Pavillon Rouge de Chateau Margaux 2001: Rojo cereza de capa media. Inicialmente elegante, un poco alcohólico, fruta roja madura, caramelo, tofee, levemente vegetal pero en clave agradable, cuero nuevo, boca carnoso, sedoso, tanino fino y firme….

Chateau Margaux 2001: Rojo cereza de capa media. Fruta roja en sazón, limpísima. No pude tomar más notas. Me quede extasiado. No era momento de escribir sino de disfrutar.

Intentamos que la rubia nos diera a probar un Pavillon Blanc que tenían sobre la mesa, junto a un montón de botellas más, pero no hubo manera. Creo que habría sido más fácil tener acceso carnal con ella que probar el Pavillon Blanc. Claro que por probar no pasaba nada. Salimos y nos hicimos unas fotos delante de la caseta del perro (la que se puede apreciar en la primera foto de la anotación) y nos vamos a Burdeos, a un negociant que conocía Gastón y que, según él, nos iba a dar a probar un montón de vinos.

Nuevo atasco en La Rocade y para cuando llegamos a la zona de les quais (los muelles) ya son casi las cinco y media. Nos dirigimos al negociant, cuya entrada no te hace sospechar, ni de lejos, que allí se pueda guardar tantísimo tesoro apilado, caja sobre caja hasta alturas increíbles. Acojona Asusta ver las cajas de Petrus, Lafite o Haut-Brion apiladas de cualquier manera. Habría millones de botellas allí mismo, que tratan con un total desapasionamiento. Es decir, que venden vino como podrían vender calcetines si estos fueran un objeto escaso con el que se puede especular y, por tanto, ganar pasta.

A mi (inteligente por otra parte) comentario de que en aquellos almacenes había mucha felicidad, pues no en vano todo aquel gran vino podía hacer feliz a mucha gente, no supo que responder. Para nuestro guía no era más que una mercadería susceptible de cambiar de manos muchas veces generando márgenes en cada transacción. Tristísimo desde el punto de vista de un enochalao.

Dicho esto, uno se puede hacer a la idea de que no nos abrieron ni una botella y que nos despidieron muy amablemente, dejándonos al otro lado de la puerta acorazada que franquea el acceso al lugar.

Eran las seis y media y las tiendas estaban a punto de cerrar. Dimos una vueltuca por el centro y nos cenamos una formule en una Brasserie del centro-centro de Burdeos. Todo ello regado con una mierda de vino tinto por 30 euros. Vuelta a Pauillac a donde llegamos hora y media más tarde, a eso de las 12:30 de la noche. Al día siguiente toca madrugar, así que nos fuimos directamente para la cama.

INDICE DE CAPITULOS:
Capítulo 1: El viaje
Capítulo 2: Lafite Rothschild
Capítulo 3: Chateau Latour
Capítulo 4: Mouton Rothschild
Capítulo 5: Cos d’Estournel
Capítulo 6: Leoville Barton
Capítulo 7: Chateau Margaux
Capítulo 8: Chateau Cheval Blanc
Capítulo 9: La Conseillante

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