Vecchia signora con bonito

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El pasado sábado compré un lomo de bonito del norte en la pescadería, que pesaba unos 900 gramos antes de desespinar y limpiar de pieles. Como eso era mucho para comer dos personas, reservé un par de filetes (en total unos 200 gramos) para preparar el plato que comimos ayer.

En una olla grande, repleta de agua salada, puse a cocer un resto de pasta al nero di sepia que quedaba en la despensa junto con unos spaghetti Barilla del número 5. Mientras cocían 8 minutos, en una sartén antiadherente en la que puse el mínimo AOVE, atormenté los dos filetes de bonito salpimentados hasta que quedaron crujientes por fuera y ligeramente transparentes por dentro. Reservé, añadí un chorrito gracioso de AOVE y, fuera del fuego, dejé dorar dos dientes de ajo cortados con la mandolina. Una vez tostaditos, los reservé, escurrí la pasta y la pasé a la sartén donde la saltée sobre fuego vivo. Añadí el bonito que había desmigado muy ligeramente con un tenedor y revolví bien. Es muy importante que la primera cocción del bonito lo deje muy jugoso, que luego con el calor de la pasta se seguirá cociendo.

Emplaté con cuidado y dispuse por encima las láminas de ajo crujiente.

pisto

3 Comments

  1. nopisto

    Ya lo hemos comentado alguna vez, pero pienso que haces demasiado el bonito. Va en gustos poro creo que si lo haces menos queda mucho más jugoso.

    Al igual que con la carne de ternera odio que queden secos como una suela de zapato.

  2. sipisto

    El consejo de nopisto, que secundo, es aplicable a todos los túnidos.

    En platos como el marmitako, por ejemplo, el bonito se agrega al final. Si no, parece que lo has sacado de una lata.

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