El pincho de tortilla

Atraco a Mano Armada

Espero que el gastrónomo furioso no se enfade con nosotros por usurparle su tarea, pero es que lo que nos sucedió hace unas semanas en un área de servicio es digno de preocupación. Cuando estás de viaje y te detienes a descansar quince minutos eres consciente de que no te detienes en un templo de la gastronomía. Y este caso no fue una excepción. Lo que pasa que entre la bollería industrial y un pincho de tortilla, pensé que sería menos perjudicial para el organismo lo segundo.

Al paladar, se lo aseguro, era un auténtico atentado. Una tortilla grasienta, imposible de comerla porque al usar el tenedor se deshacía, y con un sabor indescriptible a… tortilla requemada en el grill. Sí, en el grill, porque la tortilla la calentaron usando para ello uno de estas sandwicheras-grill que popularizara Magefesa hace veinte años. Lo cual es lógico si tenemos en cuenta el nombre del establecimiento en cuestión.

Pero lo mejor estaba por llegar. Cuando pedimos la cuenta observamos con asombro que habían cobrado 2,60 euros por el estropicio en nombre de la tortilla. Sorprendidos, miramos a nuestro alrededor no fuera a ser que hubiéramos invitado a tortilla a toda la concurrencia. Pero, no. Estábamos solos. Así que, ya lo saben, un pincho de tortilla cuesta, hoy en día, 2,60 euros. 432 pesetas de las de antes. A saber lo que tendrían que cobrar si, además, fuera comestible.

pisto

17 Comments

  1. Qué panda de sinverguenzas…hoy mismo me estoy todavía lamiendo las herdias de una cerveza con gaseosa que me he tomado en plena calle por el módico precio de 4.50 euros…si es que la culpa la tengo yo que voy provocando por ir sentándome en las terrazas a quitarme la sed.

  2. Me parece que he debido de cometer algún error en el anterior comentario, disculpas. Mi comentario era este:
    Me pasó lo mismo la semana pasada. El precio no lo sé, porque -por suerte, por lo que veo- no pagué yo. Era un mesoncito de carretera con pinta un poco menos mala que los demás, y como a ti, el pincho de tortilla nos pareció la opción menos mala para desayunar. Seguramente porque no estaba a la vista. Breve descripción del objeto que allí llamaban tortilla: huevo de brik, patata cocida y dura, sin cebolla, rezumando grasas indefinibles, recalentado en el microondas…
    En fin, que desyunas, pero no desayunas, y piensas como siempre que comer es algo más que llenar el estómago.

  3. Ligasalsas

    Hay un sitio en La Puebla de Sanabria que se llama La Casona -antiguo Henry Mary-, donde se come estupendamente. Buena caza, setas… lo típico de la zona con calidad en algunas preparaciones.

    Bien, pues tienen una barra, donde ofrecen una tortilla infame, incomible, de plástico. ¿Cómo es posible un salto de calidad tan enorme? Pero si es que hasta un principante hace una tortilla comible, con tal de que esté hecha en el día (o el día anterior).

  4. Querido, el tema tortilla es preocupante, tanto es así que hace tiempo, en clase, me propuse que hicieran tortillas correctas y recalacando que era fundamental el saber hacer una buena tortilla de patata. Tu experiencia confirma que cada día se cuida menos este manjar. En fin.

  5. Iban Juanico

    La experiencia dicta que a la hora de pararse en una area de descanso y le apetece hecharse algo al estomago siga estos simples pasos:

    1) ¿Hay algun pueblo cercano donde poder ir a un bar en lugar de la estacion de servicio?
    2) Saque el santoral y empieze sus oraciones, sana sana culito de rana es la mas aconsejable (xD)
    3) En caso contrario, ¿hay poca gente aparcada ahi?
    4) Si hay mucha gente mire cual es el plato mas demandado
    5) Pidase un donut
    5) Saque su billete de 5 euros y diga «quedese el cambio», total, solo le devolveran unos pocos de centimos, es lo que tiene saborear semejante manjar en tan bello lugar ^^

    Dicho esto.. pero como se le ocurre pedirse algo cocinado en una area de servicios! cocinado y area de servicios es como el agua al aceite.

  6. Casi lo mismo nos pasó el sábado en la autopista Santiago-Vigo, bajando a Portugal. Paramos en el área de servicio de San Simón y pedimos un pincho de tortilla y otro de ensaladilla. La ensaladilla, aparte del precio (3,65) y de que era una ración en toda regla, no un pincho, no tenía demasiada pega, pero la tortilla (efectivamente, 2.60) era un auténtico insulto. Allí se quedó más de la mitad. Total, que por eso y un par de bebidas (no alcohólicas, lo digo por lo del precio) allá se fueron casi 12 euritos, o 2.000 pelillas de las de antes, para entendernos.

  7. Yerga

    Estoy de acuerdo con Iban , las areas de servicio solo sirven para evacuar,no para «repostar».¡¡olvido y boicot a aquellos que osan maltratar la tortilla de patatas!!

  8. Yo sólo voy al baño y me pido un café con leche, la tortilla no se me ocurre ya, que bastantes tortillas incomestibles me han sacado. Prefiero darle a unas galletas que suelo llevar en el bolso cuando viajo.

  9. Marigui

    Yo soy mamá de un niño celiaco. Para tod@s aquellos que no lo sepan se trata de una enfermedad que les hace intolerantes permanentes al gluten. Y direis,y esto a que viene? Autogrill hizo un convenio con Face (la Asociación Española de celiacos) para ofrecer menús libres de gluten. Nada más lejos de la realidad (no tienen en la practica ni idea del tema ni tampoco ofertan lo pactado) y además solo ofrece este tipo de menús en verano, porque se ve que mi hijo no tiene derecho a «repostar» en primavera, otoño o invierno.
    Yo estoy acostumbrada a este tipo de atracos y algo mayores, porque los productos sin gluten son carísimos. Pero una tortilla española además de ser un plato libre de gluten (si las patatas no están contaminadas, es decir, fritas en un aceite limpio) es un manjar de Dioses dificil de hacer mal.Y estoy absolutamente de acuerdo a que es un doble atentado lo que sufristeis, primero por el precio y luego por hacer de un plato tan exquisito algo tan repugnante.
    Siento lo ocurrido y boicot a Autogrill

  10. nopisto

    Por cierto, que me acabo de acordar de la escena de la película/documental Wild Man Blues que relata una gira de Woody Allen por Europa y en la que, tras dormir en el Ritz de Madrid, la novia de Allen pide una tortilla de patatas para desayunar y le traen una suela de zapato acartonada y se queda la pobre pensando, suponía que en España harían bien una tortilla española.

    No es que el Ritz tenga mucha fama de buenas tortillas, pero si no cuidan pequeños detalles como ese…

  11. La Guarda de Navarra

    Y seguro que tuviste que recoger la bandeja con los platos y las tazas.
    Me gusta parar cuando viajo y siempre evito las tortillas, los cafés y la bollería. A veces con un bocadillo de embutido, a precio de ibérico, y un botellín de agua es suficiente. Al final del viaje seguro que encontraremos algún premio gastronómico.

  12. Fernandito

    Y ahora yo pregunto: alguien se ha quejado de la tortilla en el restaurante en cuestión? Alguien se ha negado a pagar? alguien ha pedido el libro de reclamaciones? Yo sigo con mi cruzada de no dejar pasar una, ni para bien, ni para mal.

  13. La verdad es que dan ganas de llegar a un sitio y preguntar, mire… ¿cuánto cuesta el café con leche? ¿y la tapa de tortilla? ¿y de boquerones? Y claro, el camarero ya se mosquearía, pero eso de sentarse a tomar algo y luego que a uno le cobren lo que buenamente se les ocurra.. pues como que no es de recibo.

    Yo tengo una anécdota en Madrid, no muy sangrante, pero sí curiosa. Fuí un mes a hacer un cursillo y el primer día fuimos a tomar unas cañas a un bar cerca de la pensión. Nos cobraros 1,5 euros (año 2002) y punto. Los últimos días del mes nos cobraban 1,2 euros y nos ponían un pincho. Sólo es un ejemplo de cómo cuando llegas a un bar no tienes la más mínima seguridad de lo que te van a cobrar, y eso crea indefensión.

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