¿Creatividad?

Leo a Rafael García Santos y no puedo estar más de acuerdo con él cuando dice:

Uno no sabe por qué en gastronomía se cumple ese dicho tan vulgar de «¿Dónde va Vicente? Dónde va la gente». Hoy se encuentran más recetas aspirantes a epatar con algas o cualquier otro producto menos tradicional en nuestras cocinas, que con lentejas o garbanzos. El reto es impresionar, aunque haya que orientalizarse, hay que ponerse a la cola y a la moda. Eso está bien porque, ¿cuántos crean con identidad al margen de tendencias?

Estoy cansado de ir a restaurantes y ver que en las cartas se repiten siempre los mismos platos e ingredientes y no porque estemos en temporada sino porque están de moda. Si hace unos años todo cocinero que quería estar a la page tenía que incluir foie (primero fué mi-cuit y luego fresco) y pichón en todos sus menús ahora a estos se les han añadido el huevo cocido a baja temperatura, el atún rojo y la carrillada, imprescindibles en todo menú disgustación de cualquier cocinero creativo(?) que se precie.

No digo que estos productos no me gusten o sean malos, solo critico la falta de personalidad y la necesidad de epatar con cada plato poniendo todo tipo de contrastes, texturas e ingredientes.

Cuenta Abraham García que muchos cocineros salen de su cocina con muchas recetas aprendidas, pero cuando estas se acaban ya no les queda nada que repetir. Solo han aprendido a realizar los platos, no a comprender el proceso creativo para el que no todos están llamados.

Nopisto

4 Comments

  1. Tienes mucha razón, nopisto. Las modas y tendencias marcan a la mayoría y aunque muchos de esos platos fotocopìa estén realmente buenos, en general falta imaginación en la mayoría de las cartas.

    Buena comida hay en muchos lugares pero verdadera personalidad en muy pocos. Ahora mismo, e improvisando porque dispongo de poco tiempo, sólo se me ocurre Viridiana.

  2. pisto

    Es gracioso que, como dice un amigo mío, RGS prefiera claramente la cocina creativa a la tradicional, aunque haya escrito esto que comentas.

    Supongo que los que escriben guías o ejercen la crítica gastronómica, estarán hasta las narices de la cocina tradicional y valorarán especialmente las ideas nuevas. Para el que sale a disfrutar una vez al mes o cada quince días, la cosa puede ser diferente.

    pisto

  3. nopisto

    las cocinas, tanto la moderna como la tradicional solo son buenas o malas. No son conceptos incompatibles.

    Pero es cierto que cuando salgo a comer fuera lo que busco son cosas que no tomo habitualmente en casa, tanto modernas como tradicionales.

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