Bordeaux: El día del nerviosismo

En contra de lo que puede parecer, ese día del nerviosismo no es el día en que comienza la floración ni el día en que se termina la vendimia (normalmente justo antes del chubasco que arruinó la cosecha del vecino pero que todos los Chateaux evitaron con una sagacidad sin fin).

No. El día más importante es el día en que Robert Parker publica sus notas. Y ya no es un día, pues la versión en papel de The Wine Advocate fue enviada por correo postal ayer, y las puntuaciones de los vinos de la añada 2006 estarán a disposición de los suscriptores a su servicio web eRobertParker mañana.

Así que hoy estárán muchos propietarios bordeleses temiendo por el éxito de una campaña que comenzó con malos augurios generales (llovió bastante en septiembre en la zona) pero que el rodillo de las relaciones públicas se ha encargado de ir matizando. Ya se habla de una gran añada en Pomerol y de Margaux como la mejor parada en la orilla izquierda.

Además, venimos de una añada tremendamente exitosa como 2005, con records de precios, que han dejado a la mayor parte de los vinos fuera de las manos de los wine geeks del mundo y se han convertido en objeto de inversión (por los llamados wine funds, que invierten en futuros sobre vino en vez de en acciones cotizadas en bolsa) y el fantasma de 1997 planea sobre la zona.

Mientras tanto, los treinta mejores Chateaux nadan en la abundancia que supone vender una botella de vino a la distribución por encima de los 30 euros (multipliquen los 250 euros del precio de venta de Chateau Latour al negoce por las 200.000 botellas anuales y verán qué número más redondo). Al mismo tiempo, el 95% de las botellas de vino de Burdeos languidecen en almacenes, estanterías o en las bodegas. A la espera de que hoy, Robert Parker diga que más de 90 y la rueda empiece a funcionar. O que 85 y haya que apretar el cinturón.

Aquellos que deseen divertirse con las puntuaciones de diferentes críticos, pueden acceder de forma gratuita a bordoverview, donde se esquematizan dichas puntuaciones.

pisto

10 Comments

  1. Ligasalsas

    El vino francés, es EL MERCADO DE FUTUROS por excelencia. O al menos el más divertido.

    Yo mientras ésto se aclaran apuesto por el Carchelo del año a unos cuatro euros en el jaipercor. Oye, que cambia a mineral a los dos días -no es coña-. Cuando acaben de puntuarse, elegiré los 89 y a disfrutar.

  2. Al final será otra añada o:
    a) Del siglo (no creo que se atrevan con 2006…)
    b) Clásica: «de vinos muy disfrutables»
    c) «Imprescindible en Pomerol y Margaux»
    etc., etc.

    La rueda vuelve a girar 🙂

    Un abrazo

  3. Gracias por el enlace: será divertido verlo aunque mi bolsillo y mi escepticismo sobre la manipulación económica del asunto me hacen ver la cosa con cierta distancia y como ya se apunta, mirando bien las puntuaciones sobre y bajo los 90.
    Saludos,
    Joan

  4. La Guarda de Navarra

    Con que en España hubiera la cuarta parte de espectación por estas notas y encima esto influyera en el mercado sería suficiente para estar contentos. Aquí si tu no te empapas del panorama nacional y lees y relees revistas, webs, blogs,etc no te enteras de nada.Con los vinos que tenemos y al precio que los tenemos deberiamos aprender de los franceses a saber venderlos, pues a día de hoy no venden casi nada y aparentan tener un mercado mas saneado que el nuestro. Que gozada, se creen lo que dicen y lo saben propagar tan bien que caemos en sus garras como pipiolos enamorados.
    Saludos y felicidades por el post.

  5. Barbiano

    Pues a mi realmente me fastidia bastante el asunto este de la histeria no sólo con Parker, sino con los diferentes veredictos de otras luminarias americanas y británicas (así como de sus aburridos debates en que siempre se repiten los mismos argumentos desde hace más de veinte años).

    Como claretófilo confeso me molesta sobremanera que se créen burbujas especulativas porque hay un grupo de capullos que han decidido invertir sus ahorros en vino, aunque a ellos el vino les importe un carajo. Y es que lo que antes se limitaba a los first growths, se ha expandido peligrosamente a los mejores crus bourgeois.

    Eso, y que lo representación a precios ajustados de los vinos bordeleses en las tiendas españolas es más bien deficiente, hace que uno añore mucho mucho aquellos felices años ingleses en que una semana

  6. Barbiano

    vaya, envíe el texto sin terminar: «en que una semana sí y otra también, me echaba al coleto varias botellas de Burdeos sin machacar mi bolsillo.»

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