El Mercado de Tajrish

Puedes llevarme al Irán/ y presentarme al Imán/ pasearme por Teherán/ y mandarme al frente de Iraq
Ayatolah (Siniestro Total)

Entrada Mercado

Siempre he considerado que las catedrales y los mercados eran los dos lugares de visita obligatoria al conocer una ciudad por primera vez. En este caso la mezquita me pillaba un poco a desmano pero paseando por Tehrán – sin bailar el chachachá- me topé de bruces con este mercado. No creía mi suerte porque los había estado buscando infructuosamente.

La cosa no es sencilla porque aunque las populosas calles de Teherán están bien surtidas de fruterías, panaderías y carnicerías, es dificil discernir tras las multitudes cuando vas a encontrar un bazar, una mezquita o un café.

Por eso fué tan sorprendente que tras adentrarme en una frutería me encontré atrapado en un medio de un rio de gente que caminaba hacia lo que parecía un mercado escondido en medio de una galería comercial. De repente la marea se abrió para desembocar en una gran sala restallante de vivos colores con los mercaderes gritando para atraer a las gentes a sus puestos mostrando su impresionante género.

Mercado 3

Las verduras iranís me han dejado maravillado, por variedad y por calidad. Abruma solamente ver la gran cantidad de distintos tipo de las deliciosas uvas (angur) – de mesa claro- de las que existen hasta setenta variedades diferentes. Hay que tener en cuenta que el país es uno de los principales exportadores de pasas y una de sus principales ciudades se llama Shiraz , aunque a pesar de hermosas leyendas la uva de dicho nombre no sea originaria de esta zona. Además todos los puestos dejan una bandeja con su mejor género a la entrada para que la gente pruebe deliciosos dátiles o pequeños pepinos sin más aderezo que un poco de sal que se comen con su crujiente piel.

Las especias y plantas aromáticas, sobre todo el azafrán, inundan de aromas el mercado, pero sin saturarlo, no es como los mercados magrebies en los que los olores llegan a ser cargantes.

Casquería Las carnicerías muestran hermosos corderos y las casquerías harían las delicias de nuestro admirado Abraham García. Aquí los carniceros van formando brochetas de corazones, riñones, mollejas o hígados que asan al carbón en rústicos anafres para que la gente los coma mientras compra. Otros hierven cabezas enteras de cabrito para luego extraer los sesos ya cocidos que se llevan en cubos y casi por docenas los numerosos compradores que pueblan larguísimas colas a la puerta de estos puestos.Pescadería 2

Y aunque en menor cantidad también hay pescaderías con sorprendentes e irreconocibles pescados del Mar Caspio cuyos nombres se me escapan ya que de momento me encuentro incapaz de leer farsi.

Nopisto

3 Comments

  1. Eso es lo mejor de estos paises, vas callejeando, y de repente te encuentras un tesoro escondido…que buena pinta tiene ese mercado! Gracias por enseñarnoslo!
    Estoy con Marisa, envidia cochina es lo que tengo!!

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