Querida Carmen

Me han gustado tanto el Risotto de setas como el Arroz Negro, que me parecen superiores a los Just Married. Los sabores son más suaves, más limpios y más nítidos, algo que yo personalmente agradezco . Además, me parecen de más fácil digestión. La presentación es más moderna (tubo, saquito de tela para el arroz), los ingredientes parecen de primera (arroz bomba) y el precio es objetivamente más caro (aproximadamente un 40%) puesto que cada lata cuesta en torno a los 18 euros por los 13 euros de Just Married.

No estoy seguro de querer verlo

Quizá fue durante los años noventa también del siglo pasado cuando tuvimos una nueva vuelta de tuerca a lo visual, y aprendimos que en los restaurantes más interesantes del mundo había que pasar por la cocina antes de sentarse en la mesa. En algunos restaurantes, la mesa más codiciada era, precisamente, esa «mesa de la cocina» en la que supongo que uno obtenía una experiencia 360 que trasciende al mero acto de comer (aunque sea «comer bien»).

El RAF de SoloRaf

al albor de iniciativas que conectan la huerta y el consumidor (algún día tendremos que hablar de la CSF), ya hace un par de años que le venía echando el ojo a www.soloraf.es, y el pasado lunes, tras conversación con mi frutero de confianza, me armé de valor y compré una caja de 3 kilos de RAF que, con embalaje, se pusieron en unos 30 euros. Esto es, a 10 euros el kilo. Es cierto que pagar 30 euros por 3 kilos de tomate es una cantidad de dinero no despreciable, pero más aberrante me parece pagar 6 euros por un kilo de falso RAF harinoso y sin ningún valor gastronómico en el Supercor, qué quieren que les diga.